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miércoles, 18 de marzo de 2009

Derecho a Vivir

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sábado, 7 de marzo de 2009

Apoyo al Aprendizaje

Más de 1000 consejos y más de 100 actividades para que los estudiantes aprendan a utilizar las técnicas de estudio.

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domingo, 1 de marzo de 2009

Educar

Educar… es sembrar en la mente y en el corazón del educando los valores fundamentales de siempre, que nunca mueren, porque son la esencia de la necesaria humanización del individuo humano.

Esos valores de siempre son:

- El respeto a sí mismo, a los demás y también a las cosas que son de todos.
- La empatía que nace del respeto al otro y de la necesaria valoración como ser único e irrepetible con el que hay que convivir, y esa convivencia será más humanizada y gratificante en la medida en que sea fraternal, generosa y de mutua ayuda. El educando tiene que aprender a querer, valorar, respetar y considerar a sus semejantes.
- La responsabilidad, que supone libertad para asumir compromisos y por tanto con conciencia de estar en posesión de las habilidades necesarias y de las capacidades para considerarse responsable ante uno mismo, ante los demás, de la propia vida y ante la vida que nos ha tocado vivir.
- La justicia, principio de orden y armonía, impulso natural que inclina a la voluntad a entregar al otro lo que en derecho le pertenece.
- Filantropía o amor al hombre, que no es posible sin la empatía, sin la bondad y la magnanimidad propia de toda “buena persona”.
- Honestidad y honradez de obrar conforme a las ideas y valores libremente elegidos, amorosamente acogidos y firmemente defendidos.
- Ciudadanía, es el valor de quien se reconoce como parte integrante de una comunidad ciudadana que le aporta unas señas de identidad por las que se respeta a sí mismo, a los demás y a todo lo que representa su comunidad. El buen ciudadano es honrado en su pensar, decir y obrar por convencimiento propio y/o porque ha ido forjando su conciencia moral de acuerdo a unos valores reflexivamente ponderados, selectivamente elegidos y libremente acogidos. Sin esta última condición no puede darse verdadera educación, sino imposición y domesticación. Somos los padres, profesores y educadores los encargados de educar. Y los políticos de turno que hagan su política, pero que se olviden de domesticar a los niños y adolescentes.

Un cuento sobre la paz

- Oye, sabrías decirme cuánto pesa un copo de nieve?, le preguntó un pájaro carbonero a la paloma.

- Casi nada, le contestó la paloma.
Entonces el pájaro carbonero le contó una historia a la paloma:
- Estaba yo en la rama de un pino cuando empezó a nevar. No era una ventisca o una gran borrasca, no, sino una de esas nevadas suaves, suaves, como un sueño. Caían los copos lentos, lentos, balanceándose en el aire. Como no tenía otra cosa que hacer me puse a contar los copos que caían sobre la rama donde me encontraba. Cayeron 3.751.952 copos de nieve. Cuando, muy lentamente, cayó el copo número 3.752.953, casi nada como acabas de decir, la rama se rompió...
Y dicho esto, el pájaro carbonero, se marchó volando.
La paloma, toda una autoridad, experta en materia de paz desde tiempos de un tal Noé, se quedó pensativa y luego dijo: A lo mejor sólo falta una persona para que la paz sobrevenga a todo el mundo.
Quizá falte uno de nosotros.